osteopatía pediátrica

La osteopatía no sólo trata los síntomas sino que tiene un papel preventivo al eliminar las tensiones/compensaciones que se generan.

Ayuda tanto en estados de salud acompañando a un adecuado crecimiento como en estados alterados (traumatismos, infecciones, etc) tratando los desajustes.

Se aplica desde después del nacimiento como parte de las exploraciones rutinarias preventivas aunque está especialmente indicada en casos de embarazos y partos dificultosos, cesáreas y prematuridad.

También después de accidentes, intervenciones quirúrgicas, infecciones o épocas de grandes cambios posturales y hormonales (pubertad)

Las manipulaciones que se realizan son suaves y en ningún caso son dolorosas ni nocivas. Tampoco tiene efectos secundarios.

Las patologías más frecuentemente tratadas con osteopatía pediátrica son:

- Problemas digestivos: cólico lactante, reflujo, estreñimiento, etc.

- Problemas osteoarticulares: tortícolis congénita, asimetría craneal, escoliosis, lesiones del plexo braquial, displasia de cadera, problemas en arco plantar etc

- Problemas respiratorios: bronquitis, sinusitis, otitis, rinitis, etc

La tortícolis congénita es aquella deformidad del cuello que se presenta en el recién nacido o que se manifiesta durante los dos primeros meses de vida y que se asocia a un acortamiento del músculo esternocleidomastoideo y si no se trata correctamente puede dar como patología asociada una deformidad craneal llamada plagiocefalia.

Debe comenzar en cuanto se detecta la deformidad, es decir, recién nacido o en los primeros meses de vida y el porcentaje de curación sin deformidades llega a alcanzar el 90%.
Los fisioterapeutas, enseñaremos a los padres los ejercicios de modo que lo realicen 4 ó 5 veces al día durante 15 minutos. Después seremos los encargados de comprobar la eficacia y hacer las correcciones pertinentes.