10 razones para ir al dentista

10-razones-para-ir-al-dentista

En nuestra boca viven 20.000 millones de bacterias y esto significa que por ella damos paso tanto a enfermedades periodontales como a otras patologías que pueden estar relacionadas como la diabetes, las complicaciones del embarazo, los problemas cardiovasculares e, incluso, el cáncer.

Te damos 10 razones para que no faltes a tu cita anual con el dentista.

1. Tus dientes, buenos aliados de tu estómago:
Las enfermedades relacionadas con las encías pueden desembocar en la pérdida de dientes que afectan a un 5%-20% de los adultos. Unos buenos dientes evitan problemas digestivos. Si no están en buen estado, la masticación será deficiente y, por lo tanto, la digestión peor.

2. La “mala salud” de tus dientes puede afectar a otras patologías:

El origen microbiano de las caries y las enfermedades de las encías, puede provocar que estos microbios accedan a nuestro organismo. Ojos, pulmones, corazón, riñones, y articulaciones pueden resultar afectados por patologías de origen dental. Desde hace mucho tiempo se conoce la relación causa-efecto entre ciertos dolores de cabeza y una mala dentadura.

3. Evita males mayores y conserva tus piezas dentales en el mejor estado posible.

Acudir de forma regular a la consulta del dentista puede reducir las molestias y dolores ocasionados por las enfermedades dentales y los tratamientos reparadores. Cualquier reparación o substitución de nuestros dientes, por muy excelente que sea, nunca será mejor que la dentadura original, ni en su función, ni en estética, ni en durabilidad.

4. Entre el 50 y 70% de los niños con 3 años ya tienen caries.

Fomenta en los niños hábitos saludables. Las visitas frecuentes al odontólogo ayudan a crear una imagen positiva del dentista, previenen miedos futuros y nos permiten anticiparnos a los problemas dentales que estén por venir.

5. Si estás pensando en quedarte embarazada, acude al dentista.

Lo ideal es que cualquier tratamiento dental se realice antes del embarazo, ya que se recomienda evitar ciertos tratamientos hasta dar a luz al bebé (blanqueamientos, radiografías, anestésicos, antibióticos, …)
Pero si no es posible, acude al dentista durante el segundo trimestre.

6. Si estás embarazada, acude al dentista cuando hayas dado a luz para comprobar que el embarazo no ha dañado tu dentadura.

El incremento de los niveles hormonales durante el embarazo puede provocar que la boca se vuelva sumamente sensible a las bacterias. La gingivitis debido a la gestación afecta al 60-75% de las embarazadas a partir del tercer mes de gestación. Esto se debe al aumento de los niveles de progesterona y de estrógeno, lo que acrecienta el flujo sanguíneo en todo el cuerpo, especialmente en las encías.

7. Si eres diabético. Acude a revisiones de forma regular.

Hay una relación bidireccional entre la enfermedad periodontal y la diabetes. Estudios recientes indican que no sólo la diabetes puede afectar los tejidos de soporte del diente si no también la enfermedad periodontal puede ayudar a que haya un menor control en los valores de glucemia en pacientes con Diabetes tipo 2. Además, las enfermedades periodontales progresan más rápido en diabéticos.

8. Cuida tu sonrisa. Es tu carta de presentación.

Cada vez más, la salud y la estética se unen y la gente desea tener una sonrisa sana. Poder comunicarse con los demás con seguridad, hablar con fluidez y articulando correctamente es algo que nos gusta a todos. Hay estudios que demuestran que las personas confían más en un extraño cuando éste sonríe.

9. El dentista, el mejor consejero para tu boca.

El Odontólogo nos va a dar información muy importante según nuestro tipo de dentadura, aconsejándonos qué es lo mejor para nuestra salud dental en cada momento.

10. Ahorrar dinero.

Ir al dentista de forma regular puede suponer gastar menos dinero. Es un hecho que, con la prevención, educación y pautas apropiadas que te proporcionan los dentistas, puedes ahorrar en la salud de tu boca. Siempre es más sencillo solucionar un problema en sus fases iniciales.

Una boca bonita, con unos dientes limpios y cuidados no es solo nuestra carta de presentación, sino un buen instrumento para medir nuestra salud.